Obama y su curiosa sopa energética, segunda parte


No. No se ha perdido la primera parte. Lo cierto es que no es una segunda parte de ningún post, sino de Obama y su posición sobre la energía en América, o sea Estados Unidos. Tiene ese aire de «dejà vu» de algunas películas o series de televisión de las aburridotas. Como las de Chuck Norris, donde siempre tienes la impresión de ver la misma patada, sólo que desde un ángulo diferente. Igual sería mejor decir que es un «remake«. No sé. En su día (marzo de 2011, iniciando este blog), y en un post titulado con un significativo «donde dije «digo» no digo nada y se me entiende todo» ya comentaba el cambio en la visión del advenedizo Obama con respecto a la política energética de su mandato, respecto de lo que proponía en su programa electoral.

De firme defensor de la lucha contra el cambio climático, con las renovables como casi único planteamiento energético (el New Energy for America), pasó a un pragmatismo energético (digámoslo así). La idea es simple: primar el uso de los recursos energéticos locales americanos, renovables o no, como principal política energética. O sea, que admitimos «usar carbón» si es de Wyoming, por ejemplo. Cuando el tipo decía «clean energy«, en realidad era «our own energy resources«. No es mala idea si se trata con ello de equilibrar el mix energético fósil-renovable. Porque está claro que los principales recursos energéticos locales más comúnmente distribuidos por el mundo, son la solar y la eólica. Una apuesta por la energía local, que dé impulso a las empresas tecnológicas propias puede ser una excelente idea. Y pienso en España.

Pues el chocolatín, como le llama algún amigo mío argentino, (ya saben, los porteños son tipos desacomplejados, que si eres de cabello muy moreno te llaman «negro» y no pasa nada) en el último discurso del estado de la Nación pronunciado el 25 de enero de 2012, le ha dado una vuelta de tuerca la tema. Dice ahora: «This country needs an all-out, all-of-the-above strategy that develops every available source of American energy«. Todo eso porque «oil is not enough«. Y para ello propone (a partir del minuto 27′ de su discurso; sí, me lo tragué enterito…) una estrategia «cleaner, cheaper, and full of new jobs«. O sea casi ná. Obama propone lo siguiente:

  • Explotar el 75% de las reservas de gas y petróleo offshore (aunque recuerda que los Estados Unidos sólo tienen el 2% del petróleo mundial, y dicen que no van a tocar Florida ni la Costa Atlántica, o sea que no está claro como va a hacer eso).
  • Apostar por las reservas de gas pizarra que pueden dar energía a «América nearly 100 years«. Y con la idea de generar hasta 600.000 empleos en 10 años. Es el cada día más famoso shale gas, del que se ha hablado mucho, pero muchomucho en este blog; aunque ya búsquelo por «fracking» que es como se le va a conocer por aquí. Cosas que pasan.
  • Dejar de subsidiar a empresas de energía solar, eólica o de baterías «alemanas» o «chinas» (o sea, que cobren en euro o en yuan, aunque el yuan se parece mucho al dólar…) y apostar por las empresas americanas de tecnologías energéticas. Ovación atronadora. Luego recordó un pelín (creo) al Caso Solyndra, con un «Some technologies don’t pan out; some companies fail«. Y puso el ejemplo de Bryan Ritterby, el tipo de 55 años despedido de la industria de la madera y que ahora trabaja en Energetx fabricando palas de aerogeneradores. Bueno, el tal Bryan estaba invitado al debate por Michelle Obama. Estas cosas sólo pasan allí.
  • Desarrollo en terrenos públicos de hasta 10 GW de «clean energy» (bueno, en realidad dijo «to power 3 milion home«; ya sabe como son los políticos con sus ejemplos «para todos los públicos«). Antes les soltó una castaña a los republicanos con un «So far, you haven’t acted. Well, tonight, I will.«. Otro remake del «A mí Sabino, que los arrollo«.
  • Comprar 1 GW de «clean energy» (bueno, en realidad dijo «para 250.000 hogares americanos«); la compra la realizaría la US Navy (?) aunque no dio más detalles.
  • Desarrollar un programa de ahorro y eficiencia energética, que permita ahorrar a las industrias hasta 100.000 millones de dólares, destinado sobretodo a mejoras en los edificios. Sin detalles. Menos aplausos.
  • De la lucha contra el cambio climático, o del Post-Kyoto, no dijo nada. Pero no nada: nada de nada.

Ver a los republicanos y demócratas de pie aplaudiendo como locos con el «every available source of American energy» tiene su gracia. Y es que estas propuestas energéticas tan 1.0 (siguiendo la nomenclatura de Pankaj Ghemawat en su recomendable «Mundo 3.0«) apuestan claramente por el proteccionismo tanto tecnológico como regional. Y eso para los republicanos es como un trapo rojo ante un toro. Así que nadie se lleve a engaño, porque el shale gas va a ser clave en el futuro inmediato del suministro energético americano. Igual con algo más de transparencia (Obama pidió en el discurso a las compañías del «fracking» que revelen qué tipo de sustancias inyectan para sacar el gas). La idea es que se haga «without putting the health and safety of our citizens at risk«. Los del pozo Marcellus ya se han apuntado a lo del «safe fracking«. Y como eso huele a regulación, el American Petroleum Institute (el principal lobby petrolero en Estados Unidos), ya ha comentado que no se puede expandir el negocio con más regulación. Porque quiere añadir a esas políticas, el aumento en el cobro de impuestos o mejor dicho reducir las exenciones fiscales.

Lo cierto es que estas propuestas de aprovechamiento de los recursos fósiles de Obama no son muy diferentes a las que proponía Bush Jr. en 2007, o incluso McCain en 2008. Es momento de salvar los muebles; así que la apuesta en USA es clara: primero, lo y los de casa. Y en ese entorno, hay que entender qué puede significar el shale gas. Se trata de un mercado mundial que movió 26.600 millones de dólares en 2011. Y si bien existen ya algunas dudas sobre la viabilidad futura o sobre si será tan negocio como se piensa, no es menos cierto que los precios del gas natural han caído en Estados Unidos. Nada menos que un 9% cayeron en 2011, y sobretodo gracias a los pozos de shale gas de Marcellus y Eagle Ford. Y es que el gas natural tiene una ¿merecida? fama de energía limpia, que sólo puede entenderse si uno la compara con las energías sucias. ¿Autóctona? ¿limpia? ¿barata? No duden que el shale gas va a constituir una de las apuestas más fuertes de los americanos con respecto a su suministro energético. Menos que el petróleo de arenas asfálticas, en tanto el 12 de enero se denegó el permiso del famoso oleoducto Keystone XL que debía llevar crudo por refinar de Canadá al Golfo de México. O eso parece.

¿Lecciones? Difícil, pues muchas de esas propuestas son difícilmente extrapolables en Europa (y, por extensión, en España). Por un lado, los yacimientos de shale gas en Europa serían de más difícil acceso que los americanos. Segundo, no hay mucha tradición industrial europea con respecto de la perforación on-shore, así que probablemente se precise del know-how de tecnólogos extranjeros (seguramente americanos). Luego, las (pocas) regulaciones americanas son sustancialmente más laxas que las (muchas) europeas, en especial en los aspectos ambientales. No olvide que Francia (cosas del lobby de la nuclear) ya decretó en julio una moratoria con respecto al fracking (en agosto de 2011 Sudáfrica también la decretó; cosas del lobby del carbón). Además, la red de gasoductos en Europa no está tan desarrollada como en Estados Unidos, y que no existe un mercado integrado de gas. Todo eso sin olvidar que, por lo general, en Europa los derechos sobre el subsuelo no son de los propietarios de las fincas, sino de los Gobiernos. No parece fácil. Aunque el precio del gas en Europa doble al Americano. ¿Dije doblar? A ver qué pasa cuando Francia y Alemania entren en recesión y llegue el duro invierno.

Acerca de David Ruyet

David Ruyet (Barcelona, 1970) has 25 years of proven experience within the renewable energy industry in Europe and South America. Graduated as industrial engineer with a specialization in nuclear energy in 1997, holds an MBA from ESADE Business School. He is also about to present his dissertation to receive a doctorate degree in economy in Spain. Blogging at www.davidruyet.net is an opportunity to share opinions on current issues related to energy energy and the economy.
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