¿Es posible el crecimiento económico sin impactos?


¿Es posible reducir los impactos a 0? Elkington cree que si. Pero tienes que se un Zeronauta

Una de las Big 4 (las cuatro grandes auditoras: Deloitte, KPMG, Ernst & Young y PwC) está convencida de que es posible crear un modelo económico «que permita a 9-10 mil millones de personas vivir en bienestar y armonía con la naturaleza«. De entrada, uno podría pensar que en el equipo de Deloitte (los autores) empezaron a reclutar perfiles  «flower power«. No parece el caso. Esas ideas, y otras muchas interesantes, están en un informe de mitad-final de 2012 titulado «Towards Zero Impact Growth«. El report, realizado por su oficina de Holanda, estudia las estrategias de crecimiento e impacto de 65 grandes multinacionales, de 10 sectores industriales diferentes. Han habido otros informes comparativos, con indicadores e indices de sostenibilidad empresarial, y chorradas similares. Pero lo distintivo de éste sería que Deloitte ha contado con la ayuda y participación externa de John Elkington para elaborarlo. Señoras y señores… ¡en pie! Este tipo es el que se inventó el concepto de sostenibilidad aplicada a la gestión empresarial como lo conocemos modernamente.

Elkington, un calvo desgarbado de sarcasmo demoledor, es el tipo que ha desarrollado el concepto 3P, TBL, 3BL,»tripple bottom line«, «three pillars» o «people, planet, profit«. Igual lo conoce como «triple dividendo» o «gente, planeta, beneficio«. Esa visión del management intenta conjugar el respeto ambiental, la justicia social y el beneficio empresarial. Allá por 1997, Elkington escribió el rompedor «Cannibals with forks«.  El título (genial) aprovechaba un aforismo del poeta judío Stanislaw Lec: «Is it a progress if a cannibal is using knife and fork?«. Está claro que civilizar la barbarie cosméticamente no es progresar… Elkington cuestionaba la sostenibilidad del capitalismo desde los límites y debilidades del mercado, y llegaba a la conclusión que debían establecerse cambios en la gobernanza global y, a la vez, en las metodologías empresariales. Para ello proponía una triple contabilidad social, económica y ambiental para conseguirlo. Aunque algunos encuentran por primera vez ese concepto ya en un documento de 1981 de un tal Freer Spreckley (un teórico de la empresa social) llamado «A Management Tool for Co-operative Working«, Elkington fue quién -sin duda- vertebró, dotó de contenido y, sobre todo, popularizó la idea de recoger el vector empresarial completo en esas tres dimensiones o tres P’s.

La clasificacion de Deloitte de las empreas sostenibles. Buenas de verdad solo 6.

Volvamos al informe de Deloitte. Sobre esa deseada «economía verde e inclusiva» sólo seis de las empresas -Puma, Nike, Nestlé, Unilever, Natura y Ricoh- segmentadas como «Ecosystem» habrían «alcanzado un nivel en el que están dispuestos a tomar medidas radicales para transformar sus industrias«. Para Deloitte (y Elkington, se entiende…) la mayoría de las empresas «siguen siendo perezosas en su ambición de crecimiento estratégico, en un mundo donde el crecimiento por sí mismo es no es una opción más».  El informe señala cuatro lagunas que disminuyen la capacidad de las empresas para avanzar en su camino hacia la sostenibilidad (no sólo ambiental, sino económica y social; recuerde: 3P):

  • Comparabilidad – no hay criterios o definiciones uniformes que sean utilizadas por las diferentes empresas para explicar sus esfuerzos de sostenibilidad.
  • Implementación – existen muchas diferencias con respecto a la efectividad con que las empresas han implementado sus estrategias de sostenibilidad.
  • Brecha de Balance – existen muchos más objetivos ambientales implementados que sociales en las estartegias de empresa; eso sería así al ser más fácil monetizar actuaciones sobre el ambiente que sociales. Son más fáciles y de mayor incentivo.
  • Las brechas «en y entre» industrias – aunque se investigó en «empresas líderes» (o sea grandes multinacionales de información disponible), existen diferencias considerables entre ellas e, incluso, dentro del mismo sector industrial.

Es decir, que no hay estrategias comunes ni tampoco patrones. Pero Deloitte añade algo muy interesante: «Algunas de esas industrias verán las mayores pérdidas de EBITDA al internalizar los costes externos adicionales«. En otras palabras, no sólo se trata de actuar, sino que sale mejor actuar contra aquello por lo que te multan (polución, residuos, discriminación, etc.) antes que seguir pagando tus efectos. De todas formas, (esta es la situación) el informe plantea más preguntas que respuestas. Claramente, no se ha llegado a un punto donde pueda existir una «hoja de ruta» para el crecimiento con «Impacto Cero». Así que Deloitte, al respecto, detecta una serie de «cuestiones clave» (esas cosas que tanto les gustan a los consultores):

  • Intención: Las empresas deben reflexionar sobre la finalidad social de su existencia más allá de una simple licencia operativa. «En una economía una-Tierra, todos deben tener la intención de devolver, al menos, lo mismo que toman del planeta y la sociedad, e incluso más en el futuro«.
  • Ambición: Crecimiento con Cero Impacto sólo es viable si existe una comprensión clara acerca de que se requiere en cada cindustria. «Las empresas deben tener su hoja de ruta para lograr el crecimiento de Impacto Cero, con la definición de sus objetivos a largo plazo, timelines y planes para llegar allí«.
  • Conclusión: Una economía de crecimiento sin impactos no puede separar beneficio del resto: la monetización de los servicios de los ecosistemas es una tendencia que se consolida (eso es puto Elkington 3P). Por ello, debería avanzarse en la internalización de todos los posibles efectos externos en las cuentas de pérdidas y ganancias de las empresas, aunque otras formulas podrían ser válidas. Monetizar lo monetizable.
  • El progreso y el éxito: En el mundo de crecimientos sin impactos se puede avanzar sólo en los ciclos globales de valor: «economía circular y tolerancia cero hacia la injusticia social«. Para ello, dicen «Una nueva definición de éxito sería necesaria» más allá del «actual pensamiento en que el éxito financiero es unidimensional» (más 3P) y donde el éxito de una empresa sólo «se suma al éxito de los demás».
  • Eficacia: Hasta el momento, no podemos medir si todo lo que ha logrado en las diferentes industrias es significativo. «Lo único que podemos decir hasta ahora es que nos convertimos en algo ‘menos malo’. Así que la cuestión del crecimiento Impacto Cero intenta responder es: ¿qué es ‘suficiente’?«
  • Roles y responsabilidades: la idea del crecimiento sin impactos obliga a redefinir los roles y responsabilidades de ciertas industrias, valorando la realidad «una industria que tuviese un EBITDA negativo si todos los efectos externos que causan se internalizasen, debería reducir su huella ecológica directa«. No nos engañemos, vaya.

John Elkington haciendo payasadas. Que cachondo el tio

Esta claro que en esta visión Elkington ha influido mucho al proponer los conceptos base de intersección ente negocios y sostenibilidad. De hecho, el informe de Deloitte y John Elkington, fue casi simultáneo a la reciente publicación del último libro de éste: «The Zeronauts«. Con ese curioso título, Elkington habla de una nueva hornada de emprendedores de negocios, de universidades e, incluso, gobiernos que apuestan por ideas nuevas que podrían redireccionar el capitalismo, combatir el cambio climático, luchar contra la pobreza y reducir la emisión de sustancias tóxicas e impactos sobre el medio ambiente. Con el símil de la barrera del sonido que se rompió en los años 50, Elkington, entiende que hay algunos que se están esforzando al máximo, y a toda velocidad, para romper otra barrera: la de la sostenibilidad. A esos agentes les llama «Zeronauts», y los define como (traduzco):

Zeronaut1. Un inventor, innovador, emprendedor, intrapreneur, inversionista, administrador o educador que promueve la creación de riqueza durante la conducción adversos impactos ambientales, sociales y económicos a cero;  2. Alguien que busca, investiga y desarrolla innovación disruptiva, la reducción de la huella de las soluciones para las crecientes tensiones entre la demografía, los estilos de vida consumistas y la sostenibilidad; 3. Líder político o autoridad normativa que ayuda a crear los marcos regulatorios e incentivos necesarios para impulsar soluciones globales «un-planeta» a escala local.

Al margen de esa figura, tan irreal como virtuosa, Elkington afirma en su libro que el status quo del capitalismo carece de imaginación y ambición a partes iguales. ¿Cuándo la simple búsqueda del beneficio puede ser suficiente dentro del sistema capitalista como elemento de cambio? Elkington habla de «fallo del diseño del capitalismo«. La idea del capitalismo es sencilla: es un sistema donde los cambios los establecen la existencia de incentivos, a menudo mediante señales de precio (bueno, y la propiedad privada y todo eso, también). Como los agentes capitalistas no habrían incorporado a esas señales de precio todos los incentivos posibles (ambientales y sociales) habla de «fallo«. Elkington cree que no, sino que se trata de un problema de «mentalidades, comportamientos vinculados, culturas, fórmulas económicas, empresariales, modelos y tecnologías«. Para el amigo John, es preciso integrar otras iniciativas y que el capitalismo integre como elementos válidos y generadores de incentivos, problemas tales como erradicar las sustancias tóxicas, luchar contra el cambio climático o intentar erradicar la pobreza.

Pero, vayamos a la realidad… ¿Es posible descarbonizar la economía con esas políticas? ¿Convencerán los Zeronautas a China para deje de usar tanto carbón? ¿Y a USA para que se adhiera y comprometa en la lucha global contra al Cambio Climático? No creo, o al menos estoy seguro que eso no va a ocurrir a corto plazo. Sería un wishful thinking, más bien… Nadie objetivo duda de que el capitalismo y la economía de mercado determinan un sistema económico que genera excesivas desigualdades sociales (y, además, impactos ambientales porque las señales las da el precio). Pero, a la vez, tampoco nadie objetivo puede proponer un sistema alternativo mejor que éste en cuando a proporcionar aumentos y mejor distribución del bienestar social. El Siglo XX ha sido lo que ha sido, y el petróleo barato ha sido imprescindible; pero, que se sepa, los sistemas alternativos no han funcionado, lo que no implica que no podamos pensar en otros nuevos. Esta vez, en esta crisis brutal, para mí no ha sido tanto el sistema, como los jugadores en el terreno de juego. A los que, además de jugar mal, les importaba una mierda el deporte. Y está claro que ganar el partido de la sostenibilidad se precisa de elementos como los que detectan Deloitte y Elkington. Empresas claras, éticas, transparentes a partir de personas claras, éticas y transparentes. Porque, amigos míos, este planeta no es una economía, tenga crecimiento con impactos ceros o no. Esto es un gran compromiso social y ambiental.

Dots

 

Acerca de David Ruyet

David Ruyet (Barcelona, 1970) has 25 years of proven experience within the renewable energy industry in Europe and South America. Graduated as industrial engineer with a specialization in nuclear energy in 1997, holds an MBA from ESADE Business School. He is also about to present his dissertation to receive a doctorate degree in economy in Spain. Blogging at www.davidruyet.net is an opportunity to share opinions on current issues related to energy energy and the economy.
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5 respuestas a ¿Es posible el crecimiento económico sin impactos?

  1. BCS dijo:

    Muy interesante, David, aunque creo que en otro post nos deberías hablar sobre lo que se entiende por impacto cero, lo cual no es tan obvio como parece.

  2. CMBalboa dijo:

    Lástima que al final nos dejes una opinión desesperanzada sobre el asunto. ¿pero que Deloitte presente este informe, que colabore (o lo dirija ) ElKington, que simultáneamente sucedan otras propuestas: la economía del bien común, la teoría del decrecimiento …podríamos considerarlos «indicadores» de un cambio? (Por supuesto pasarán décadas antes de ver resultados, es lo que tienen los cambios de era).

  3. Ana dijo:

    Me ha parecido muy interesante. Estoy convencida de que ese es el camino,pero creo que lo que tenemos todos que reformular es lo que significa «bienestar» y lo que contiene. Cómo estamos dispuestos a vivir o como no nos va a quedar más remedio que vivir. Personalmente creo más en el desarrollo que en el crecimiento y no entiendo el desarrollo sin las 3P.

  4. Latirus dijo:

    Hay que ver cómo encaja la permacultura en relación a este artículo. Aunque la palabreja es rara, la filosofía detrás de ella tiene mucho sentido común. Cuida la tierra, cuida las personas y comparte el excedente. No se quedan en que sea sostenible, se busca el incremento, la regeneración y no solo el impacto cero, es decir, si yo diseño un sistema productivo, con sus costes, a la larga este sistema debe incrementar su valor además de producir excedentes. Aunque no solo se aplica a la agricultura, si diseño una granja con todos sus ciclos de realimentación, me tiene que dar un sistema que vaya incrementando su valor a lo largo del tiempo mediante la introducción de árboles madereros, leña, a la vez que animales y productos hortícolas, esto se traduce en una fijación de carbono y un aumento del humus en la tierra que normalmente no se considera al calcular los costes de producción agrícola. Si el humus disminuye me va a costar más dinero que la tierra esté cada año preparada para plantar y producir. Por ejemplo el ciclo del fósforo en la agricultura está roto, hay que adicionarlo cada año a los cultivos y su extracción en los yacimientos es cada vez más costosa. Esto lo paga el agricultor de su bolsillo, si puede…

  5. Juan Carlos dijo:

    No creo en el crecimiento económico sin impactos. La realidad nos ha enseñado que el crecimiento económico posee impactos negativos en el medio ambiente y en la disponibilidad de recursos tanto renovables como no renovables. Como seguidor del fenómeno del peak oil los que dice el señor Elkington carece de credibilidad. Su teoría me parece más un innovador plan de marketing que una predicción convincente.
    Ahora se abusa de la palabra «sostenibilidad» incluso se ha acuñado la frase tan cacareada por los políticos de «crecimiento sostenible» que es una contradicción en si misma, ya que el crecimiento indefinido es insostenible por la sencilla razón de que vivimos en un planeta con límites y por tanto con recursos finitos.
    Pienso que todo vale para mantener el modelo socio-económico actual. Las auditoras y demás organismos del sistema necesitan justificarse proyectando una imagen donde quepa crecimiento con sostenibilidad.
    Coincido con David Ruyet en que es imposible descarbonizar la economía. Yo añadiría que también es imposible revertir la producción de combustibles no convencionales como el shale-gas, el shale-oil, arenas bituminosas y demás porquería con bajas TREs y altos índices de contaminación.
    Dejo el siguiente enlace muy ilustrativo del científico Antonio Turiel que despejará muchas dudas
    acerca de los impactos del crecimiento económico.

    http://crashoil.blogspot.com/2013/02/fracking-rentabilidad-energetica.html

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