En los diferentes escenarios que los agoreros plantean sobre el colapso del modelo energético y sobre el que pivota nuestra sociedad industrial (basada en los combustibles fósiles, y que tantos prevén suceda en la primera mitad del siglo XXI), podríamos establecer dos grandes corrientes. Por un lado, estarían los business as usual: «debemos intentar prolongar el modelo energético existente, tan desigual norte-sur y oeste-este y basado en costes bajos de la energía, el máximo tiempo posible y cómo sea«. Por otro lado, están los apocalypse now: «da igual lo que hagamos; el modelo no funciona y no va a funcionar; por todo ello, el mundo se destruirá en un apocalípsis absoluto inminente; es más: nos lo merecemos«. Menudo panorama (si el shale gas no lo evita…).
¿Hay una tercera vía? ¿Una tercera visión? Y si existe ¿En qué basarse para que funcione? Esa es la (ambiciosa) propuesta que se plantea en el libro de 2008 de John Michael Greer «The Long Descent: A User’s Guide to the End of the Industrial Age«; de hecho, Greer es uno de los más prolíficos autores sobre el peak oil, y los apuntes periódicos online sobre energía en su blog tienen muchos seguidores. En realidad, «The Long Descent» recopila muchas de sus notas online, mejorándolas y completándolas, intentando constituir una especie de manual para la transición de modelo energético y de sociedad.
Las ideas de Greer, a caballo de los dos modelos extremos anteriores (a los que denomina «el mito del progreso» y el «mito del apocalípsis»), pivotan en tres direcciones:
– Nuestra sociedad industrial está siguiendo el mismo patrón (Greer escribe «well-worn path«, algo así como el camino tan transitado) que ha llevado a otras civilizaciones, durante la historia, a su colapso. No obstante, se trataría de un camino lento y de complejas transformaciones, y no de punto de ruptura tras una súbita catástrofe.
– Las bases de la crisis están ancladas en la concepción cultural bajo la que entendemos el mundo. En tanto los problemas no pueden resolverse pensando de la misma forma en que se han creado (dice Greer, parafraseando a Einstein), serían precisas nuevas formas de pensar que se ajusten más a nuestras necesidades actuales.
– El cambio de modelo es complejo y precisaría de un tiempo que, según Greer, no tenemos. Desde esta necesidad se apunta una dirección de actuación y, por tanto, de conciencia que no se fundamenta en directrices verticales sino horizontales: «It is too late for massive programs for top-down change; the change must come from individuals«.
La primera gran aportación de Greer es que no plantea el escenario post-peak oil como la caíde vertical de un acantilado. De ahí el término de «largo descenso» para la transición de modelo que no resulta un colapso súbito sino un proceso adaptativo y gradual. No dice que sea tranquilo, tampoco. Es lo que denomina «colapso catabólico», con sucesivos precios marginales crecientes de la energía en la escasez. Ahí, Greer escribió otro interesante (y poco teórico) estudio anterior: «How Civilizations Fall: A Theory of Catabolic Collapse» donde distinguía dos dinámicas diferentes: «maintenance collapse», donde las sociedades pueden recuperar su estatus original a base de reformas, y el «depletion collapse» donde la desintegración es total y completa.
Pero es probable que la idea del cambio individual como base del cambio colectivo sea una de las propuestas más interesantes de Greer. La idea del compromiso de cada uno como base de una adaptación constructiva, a escala local, horizontal, según conductas racionales y agregada globalmente basan la tercera vía de Greer. Esa idea se articula a partir de actuaciones más técnicas de autolimitación, como el desarrollo de las comunidades rurales, la independencia energética, el autoabastecimiento y la cooperación.
¿Cómo se arma eso? Porqué el reto principal es conceptual. Como dice mi buen amigo Pedro Arellano: «y siempre se precisa de un relato«. Cierto. Greer detecta ahí una barrera: partimos de un relato actual que es plural pero impermeable: «Over the last few centuries, though, the multiple-narrative approach of traditional cultures has given way, especially in the industrial West, to a way of thinking that privileges a single story above all others […] From the perspective of traditional cultures, believers in these ideologies are woefully undereducated, since for all practical purposes, they know only one story.«. Es decir, una visión convive con las otras aunque piensa que las demás son erróneas. Pero es peor: como sólo hay una historia en la que se vive, no hay historia. Es invisible. La historia resulta un proceso de sucesión de eventos donde las cosas son, simplemente, así: » From their perspective, their story isn’t a story, it’s simply the way things are, and the fact that it copies other versions of the same story is irrelevant, since their story is true and the others aren’t» ¿Qué hacer? «Learning other stories, and learning that it’s possible to see the world in many ways, is a more viable path – but it can be a challenging one that many people can’t or won’t talk«. Por tanto, al final se trata de una decisión personal, donde hay que asumir otras visiones, necesidades y opciones, y esforzarse por entenderlas para encajar las nuestras. Si no, es puritito business as usual.
¿Razonable? ¿Sí? ¿Seguro? Pues un tipo tan cabal, interesante y moderado en su visión del futuro energético y social como John Michael Greer (o al menos a mí me lo parece), resulta que es el Gran Druida Supremo de la Antigua Orden de los Druidas Americanos. O sea, el gran sacerdote mágico y juez de los antiguos celtas pero actualizado. Y además de sus escritos sobre el futuro de las sociedades industriales en el marco de la crisis energética, el tipo ha escrito libros de Druidas, Nostradamus, Rituales mágicos, la Atlántida, Pociones mágicas, Ocultismo, el Arte de la Espada, Politeísmo, Monstruos, OVNIS y cosas por el estilo. Y se pasea por ahí de esta guisa, a medio camino entre comadrona, chalado del rol, chef-tres-estrellas-michelin y hippie aseado.
Joder, para uno que la toca…
Gracias por la referencia y el resumen del pensamiento de este autor. Más allá de su desconcertante apariencia física y el rol que desempeña en sus ratos libres, su propuesta de que el único cambio posible a gran escala es -paradójicamente- el individual, resulta sumamente interesante. Creo que está en lo cierto. Un saludo.
En el mito de la caverna de Platón, se compara al ser humano con un hombre encadenado de en el interior de una cueva, de espaldas a la entrada por lo cual no puede ver lo que pasa en el exterior, pero que puede intentar adivinarlo gracias a las sombras que se proyectan en el interior de la cueva.
Nuestra educación nos ha imbuido de una serie de prejuicios de los que no podemos prescindir a la hora de interpretar la realidad. Así la interpretación de unos mismos hechos varía con los valores culturales del observador y, como ejemplo, se podría comparar la de un aborigen de una tribu salvaje de la selva amazónica con la de un técnico en la fabricación de chips de ordenador.
¿ Cuál sería la mejor visión de la realidad, el mejor conjunto de prejuicios ?. Creo que podrían darse dos respuestas:
a) La filosófica, que diría que la mejor visión sería la que se adaptara más a la verdad.
b) La utilitaria, que diría que la mejor visión sería la que permitiese una adaptación más exitosa al medio.
La respuesta «a», solo puede darla quién tenga una imagen exacta de la realidad, que en última instancia sería Dios.
La respuesta «b», nos diría que para la subsistencia en la selva resultaría de más utilidad la visión del salvaje, mientras que para la supervivencia en la civilización sería de más utilidad la visión de la realidad del técnico.
Es evidente que, en el momento actual, nos encontramos frente a una profunda crisis en muchos campos de la existencia, crisis a la que con nuestra visión del mundo no encontramos salida. La palabra religión quiere decir liga de ligas, y se ha considerado como la institución elemental de cualquier sociedad. Nuestra visión del mundo es el resultado de la hibridación de la Religión Helénica con la Judaica, de la que resultó el Cristianismo del que resultaron la Ilustración, el Liberalismo , el Socialismo, los fascismos,etc. Todos estos movimientos de pensamiento están agotados,posiblemente en que todos se basaban en la premisa de que no existían límites para el crecimiento económico, y por eso somos incapaces de ver una salida a la crisis.Porque ahora esos límites para el crecimiento económico son evidentes.
Para poder aportar una visión realmente novedosa de la realidad puede ser de utilidad una nueva religión, y en ese detalle puede radicar la originalidad de las aportaciones del Sr. Greer, que, en efecto, se declara practicante de la Religión Céltica.
Por otro lado, para tranquilizar al autor del Blog. En Youtube he visto algunas conferencias del Sr. Greer, en las que este aparece vestido a la occidental. Cosa que me permite suponer que él sólo viste de druida, cuando realiza ceremonias de su culto. Exactamente igual que los sacerdotes de muchas religiones.
Respecto a si es más ridículo vestir traje chaqueta con corbata, que túnica, eso depende de lo prejuicios estéticos del observador. Los antiguos romanos consideraban ridículos los pantalones con que se vestían los bárbaros y , casi consideraban un desdoro el combatir contra enemigos ataviados de esa guisa.