Este martes 10 de mayo de 2011 organizamos en ESADE una sesión sobre Geopolítica y energía. El motivo y eje central de la conferencia son las revueltas árabes que, desde enero, están cambiando el rostro de los mandatarios del norte de África… por muy bien no sabemos (¿imaginamos?) quién. Los países MENA (Middle East and North Africa) disponen del 35% del petróleo mundial.
Desde enero, precisamente, se observa un alza extraordinaria de los precio del petróleo (ver este post anterior). Hay relación, si bien es cierto que el pasado 5 de mayo se pegaron un castañazo como no se veía desde 2008. Al margen de si se trata de una burbuja o no (que algo de eso hay), ese día el petróleo cayó un 8,5% (aunque a los tres días volvió a subir…), y de forma similar el oro y la plata (el metal de moda).
Al margen de que en esta caída probablemente ha influido más el rich panic de los inversores, al ver los malos resultados económicos actuales, y que muchos hedge funds han aprovechado para hacer caja, es indudable el papel que el riesgo geopolítico tiene en los precios del petróleo o, al menos, en la cabeza de los inversores.
Deloitte ha publicado el informe “Emergence of the new geopolitical risk-oil price paradigm” donde sugiere que el riesgo geopolítico y la incertidumbre económica desempeñarán un papel cada vez más importante en la fijación de precios del petróleo más allá de la mera relación oferta-demanda. Por tanto, estos intangibles tendrán que ser gestionados de forma eficaz por las utilities, gobiernos e inversores e incorporarlos al risk management.
Algunos de los elementos geopolíticos actuales que el informe de Deloitte señala como relevantes en la fijación de precios y que adjunto en plan cortapega:
- La búsqueda de mejores condiciones políticas y económicas en el norte de Africa: los disturbios originados en Túnez y que se han extendido por el norte de África, Oriente Medio y la Península Arábiga, han hecho aumentar los precios del petróleo Brent y el petróleo West Texas Intermediate (WTI).
- Los recientes disturbios en Egipto, en tanto que tenían el potencial de reducir el tráfico en el Canal de Suez, establecían también presiones al alza sobre el precio.
- Sigue y se incrementa la piratería petrolífera en el golfo de Adén, donde se usan los buques mercantes capturados para nuevos ataques y los ataques se han extendido hasta 1.500 millas más allá de las costas de Somalia.
- Se forman nuevas entidades geográficas, como son los nuevos gobiernos formados en Irak y Sudán del Sur, que disponen de grandes reservas de petróleo.
Así que parece claro que a las tradicionales variables que establecen el precio del petróleo (básicamente la demanda global asociada al PIB, población, estándar de vida, stocks, capacidad de producción remanente y la capacidad de refino) ahora debemos añadir la geopolítica. Ala, otra prima de riesgo.